CUANDO EL CLIENTE ES PREMIUM, LA EXPERIENCIA TAMBIÉN DEBE SERLO.

Cuando alguien consulta para visitar la bodega, ¿qué hace tu equipo? ¿Le envía un PDF con las opciones o realmente vende la experiencia?

En muchos equipos turísticos, el proceso de reserva se ha vuelto casi automático. Pero ahí es donde aparece la gran pregunta:

¿Cómo puede ser que un cliente que está mostrando todo su interés y capacidad de compra no se vaya con al menos una caja bajo el brazo?

En el segmento luxury no hay margen para improvisar.
Esa persona ya está predispuesta a comprar. Pero para que compre,  necesita sentir que todo está preparado para él: 

✅ Que los vinos se abren antes, no frente a él por la simple razón que no hay tiempo de esperarlos a que evolucionen en la copa. Deben estar a su máxima expresión ya que los está evaluando para comprar.

 

✅ Que se utilicen copas de la categoría de los vinos que se están probando. Y algo imperdonable: no utilizar distintas copas por cada vino (aunque no lo crean pasé por proyectos que tenían dos copas, una para blanco y otra para todos los tintos).

 

✅ Que haya un recorrido pensado para su perfil. Ya sabe mucho de vinos y debemos adaptarnos a ese nivel de conocimiento. En Enfoque Comercial trabajamos mucho en las capacitaciones para lograr esa adaptación.

 

✅ Y, sobre todo, que quien lo atiende tenga una misión clara: concretar la venta sin perder la elegancia y el prestigio de la marca y sus mejores vinos

A veces, poder aprovechar la máxima capacidad de compra de un turista de este nivel está en los detalles.

Y en este segmento, los detalles lo son todo.

Un cliente de alta gama no está buscando solo vino. Está buscando sentirse único.
Y si no lo logra en tu bodega… lo va a lograr en la de al lado.

Conversá con nosotros sobre cómo lograr experiencias premium de la mano de Enfoque Comercial.

VEMOS POTENCIAL, CONCRETAMOS RESULTADOS.